Los profesores no coinciden de forma unitaria al interpretar los incidentes que se consideran disruptivos, al igual que no todos reaccionan de igual forma ante las diferentes provocaciones o actos de indisciplina
Por este motivo, podemos decir que desde la óptica del profesor un alumno que reiteradamente realice una serie de conductas disruptivas y tras ser amonestado sigue manteniendo esta postura hostil caracterizada por esta conducta, se convertirá en un alumno disruptivo.
La interacción de todos y las respuestas que mutuamente se atribuyan proyectará las diferentes interpretaciones de los hechos o incidentes de indisciplina, disruptivos y perturbadores
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